El diputado del Grupo Nacionalista Canario, Narvay Quintero, ha reclamado a la consejera de Agricultura una mayor implicación en la defensa del sector del tomate y reclamó conocer que acciones que se están llevando a cabo desde el Gobierno de Canarias junto al Gobierno de España “para ese fin”.
Según Quintero, la situación del tomate en Canarias, tras la llegada de la pandemia de la Covid-19 “está pasando por momentos muy críticos y duros”, ya que son producciones que “tienen que planificarse con varios meses de antelación al momento de la zafra” y su temporalidad no corresponde con el año natural, por lo que el productor está asumiendo gastos y enfrentándose a costes de la producción “sin prácticamente ayudas”.
Las pérdidas en el sector durante este año “oscilan entre los 19 y 20 millones de euros y habría que tomar decisiones inmediatas porque si no se le presta atención, este cultivo está condenado a desaparecer”.
Para el diputado herreño es urgente el diseño de un plan conjunto de diversificación y reconversión, donde se contemple la amortización de las deudas y los créditos, así como establecer un plan de jubilación que permita el relevo generacional en las mismas condiciones, para que los nuevos productores puedan seguir recibiendo las ayudas.
Asimismo, pidió que la Consejería intercediera ante el Sistema Español de Seguros Agrarios (Agroseguros) para que se adapten las pólizas a la realidad del cultivo en Canarias, “es sorprendente que no haya cobertura para los afectados por la plaga mildiu en las Islas porque en Península no se da”.
En este sentido, también exigió que el Gobierno de España para que sean “más rigurosos en el control de la entrada de puertos y aeropuertos por las plagas” así como de la entrada del tomate marroquí en el país.
Por último Narvay Quintero insistió que el Real Decreto Ley de ayudas Covid no contempla las especificidades del sector del tomate en Canarias que tiene alta empleabilidad, ningún trabajador se ha visto afectado por un ERTE, y el año de zafra no corresponde con el año natural, por lo que las cosechas pueden abarcar dos años a efectos de subvenciones.
