En la isla de El Hierro se respira preocupación por la sensación de desorganización y de olvido del Gobierno de España.
Juan Manuel Casañas en sus declaraciones del pasado 24 de octubre, en el Parlamento de Canarias afirmaba:
“Los canarios y los herreños nos sentimos solos, engañados y desbordados: Solos cuando vemos la mayor crisis de llegada de inmigrantes a Canarias y el ministro Marlaska afirma que todo está bien y al día siguiente, el ministro Escribá declara la emergencia migratoria.
Engañados cuando comprobamos que habían sido avisados de que esto pasaría y nadie ha hecho nada y ahora vemos las consecuencias.
Desbordados cuando vemos llegar más de 10.000 inmigrantes a nuestra isla, desde agosto, y los responsables priorizan la amnistía e indultar a sus compañeros de partido corruptos, mientras un pequeño pueblo pesquero, La Restinga, rebosa de embarcaciones, basura y temiendo si esto afectará a su principal motor económico, el turismo”
Gracias a la unidad y generosidad del pueblo herreño la crisis migratoria no ha sido aún peor:
Hay personal como los de la Cooperativa de transportes TransHierro que por falta de medios usan incluso un micro de 15 plazas o pequeños vehículos para movilizar a los inmigrantes y no dejarlos tirados.
Hay voluntarios de Protección Civil que se pagan su comida y gasolina para atender un polideportivo con más de 300 inmigrantes. sin cobrar ni un euro,
El personal funcionario de la Dirección Insular, Guardia civil, Policía Nacional, personal de Cruz Roja o Ayuntamientos (principalmente de El Pinar) que sin medios trabajan 24 horas para que todo funcione como un reloj.
Mientras el Gobierno de España tiene a la isla El Hierro completamente abandonada, no hay instalaciones del Estado. En esta crisis se están usando: un polideportivo en el pueblo de San Andrés, propiedad de El Cabildo de El Hierro, un albergue propiedad del Ayuntamiento de La Frontera y una residencia de estudiantes cedido por la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias.