La oposición en la isla, respaldándose en el grupo de gobierno regional, pretenden, a través de una proposición no de ley en el Parlamento de Canarias, paralizar un procedimiento legislativo en curso, con unas peticiones que carecen de sentido y son inviables, ya que exigen alterar el orden establecido por el ordenamiento jurídico y empezar por el final. Todo ello hasta que se logre un amplio consenso entre las administraciones locales y los colectivos herreños, sabiendo de antemano que es imposible alcanzar un amplio consenso en un tema que han politizado como lo han hecho, valorando más el rédito político que puedan lograr con esta oposición que el verdadero beneficio para la sociedad herreña.
La que ellos llaman la mayoría del pueblo herreño, resultó limitarse a 350 personas en la manifestación celebrada a finales del mes pasado.
Una manifestación convocada a pesar de que a lo largo de este proceso se han mantenido reuniones y se han atendido las peticiones de los diferentes sectores. Pero parece ser que ahora se pretende exigir un referéndum nunca antes planteado para declarar a la isla Geoparque, Reserva de la Biosfera o para constituir la Reserva Marina del Mar de las Calmas. Pero esta vez es diferente, porque esta vez son los dirigentes políticos de la oposición en la isla quienes se colocan en primera línea de manifestación y quienes siembran el temor con declaraciones ambiguas y contradictorias, criticando la desinformación por parte del Estado, cuando son ellos quienes tergiversan la información existente, e incluso atacando al propio Tomás Padrón, quien se ha manifestado a favor del Parque.
Apoyándonos en la teoría falsacionista de Karl Popper, una hipótesis se considera válida hasta que se pruebe que es falsa. Cuando un hecho la contradiga debe ser desechada y formularse una nueva. Y en ese bucle nos encontramos: la oposición en la isla, junto a una minoría, ha ido planteando hipótesis que se han desechado fácilmente al probarse que son falsas pero como ya se han quedado sin argumentos, recurren a esta PNL. En eso se basa su juego.
El sí al Parque Nacional Marino por parte del Grupo Parlamentario Socialista canario se basa en los intereses generales de la isla, la protección, la educación, la investigación científica, la creación de puestos de trabajo cualificados para nuestros jóvenes y productos turísticos sostenibles acordes a un destino turistico de excelencia.
Consolidando un proyecto que lleva años esperando ver la luz, donde conservación y usos tradicionales del espacio convivan en armonía.
El pueblo herreño siempre ha apostado por conservar sus valores naturales y este parque representa todas las herramientas para ello.
Pese a todo, la oposición se atreve a justificar que la preocupación del pueblo herreño radica en que se va a alterar la relación del herreño con el entorno marino, basándose en el respeto a los usos y costumbres, obviando que los únicos usos y costumbres que no respeta el proyecto actualizado no son los de las artes de pesca tradicionales a las que ustedes aluden, sino los de los pescadores furtivos.