En la Comisión de Turismo y Empleo de hoy hemos contado, a petición del grupo socialista, con la presencia de la representante de la Asociación Las Kellys de Canarias y varias compañeras, con el fin de valorar su situación.
En un año que ya termina y en el que hemos recibido a 18 millones de turistas, ellas mismas afirman que se ha mal atendido a nuestros turistas por falta de personal en el sector.
En la actualidad, y en palabras de su representante, ser camarera de piso significa encontrarse en el último eslabón de la cadena, en constante estrés, con 25 habitaciones y más de 50 camas diarias, empujando un carro que duplica o triplica su peso y por un salario indigno, a pesar de trabajar en un sector que generó más de 22 000M€ en 2023.
La falta de personal se suple con el sobre esfuerzo de quienes quedan en pie, desarrollando un trabajo nocivo para la salud y sin que se vele por su seguridad y salud.
En su sector, no existe registro de horas extraordinarias, porque las realizan de manera gratuita, ante la imposibilidad de sacar el trabajo en el horario establecido.
Hasta el 2018 solo se les reconocía como enfermedad profesional la inhalación de productos químicos, ampliándose después con las mismas que se reconocen al personal de cocina y sala.
A la edad de jubilación de 67 años. la mayoría llega con continuas bajas médicas o incapacidad permanente.
También se ven afectadas por la falta de vivienda y el aumento de los precios del alquiler.
Ante este problema, de nada les sirve que los empresarios les propongan que, descontándoles 300€ del salario, puedan compartir habitación con otros trabajadores, en vez de ayudarles a conseguir una vivienda digna a precio asequible para vivir con sus familias.
Desde este grupo, impulsaremos una serie de propuestas que remitiremos a los demás grupos, esperando que con el empeño de todos y todas mejoremos su situación atendiendo a sus reivindicaciones, tales como la incorporación de carritos monitorizados, la sustitución de bañeras por duchas o campañas de salud mental.
„Sin camareras que limpien las habitaciones, no hay producto que vender a los turistas“.