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Comentario a vuela pluma: Campo de atletismo en El Morcillo
Por Luciano Eutimio Armas Morales
Ha publicado el Cabildo Insular y el BOP del 27 de febrero, el anuncio del trámite de información pública para la construcción de una pista de atletismo en la Hoya del Morcillo, promovido por el Ayuntamiento de El Pinar, y con un presupuesto de 724.665,24€.
Contiene la publicación de 690 páginas, una memoria, el proyecto con una exhaustiva y rigurosa información del objeto y descripción del mismo, así como el ámbito de actuación y detalle de todas las actuaciones previstas, que comprenden pista de atletismo con tipología de pista cubierta, fosos para saltos de longitud y triple salto, galería de tiro con arco, cancha de lanzamiento de peso y campo de fútbol siete.
Detalla así mismo el documento, la construcción de una edificación con instalaciones complementarias, como vestuarios, aseos, comedor y almacén de materiales, con estructura de hormigón, aunque revestido con tratamientos cromáticos para mimetizarlo con el entorno.
Ante esto proyecto, podemos hacer algunas consideraciones:
1º) Es realmente admirable el nivel de los atletas herreños en general, y del club Princesa Teseida en particular, que sin medios adecuados y en inferioridad de condiciones con otras islas, han realizado una extraordinaria labor y conseguido objetivos y medallas a nivel nacional. Muy bien.
2º) Merece reconocimiento así mismo la labor del ayuntamiento de El Pinar por su apoyo a actividades deportivas, organización de pruebas de reconocido prestigio, y en general, buena gestión. Por ejemplo, es el único municipio de la Isla que tiene actualizado el PGOU. Muy bien.
3º) Es perentoria la necesidad de que la isla cuente con unas instalaciones adecuadas para la práctica del atletismo. Es la única isla que no las tiene, y nuestros jóvenes merecen ese reconocimiento y que se les faciliten los medios para esta modalidad deportiva, que tantos beneficios aporta para los mismos. Muy bien.
4º) La Hoya del Morcillo no parece el lugar adecuado para construir unas instalaciones deportivas de esta entidad, como las propuestas en este proyecto que estamos comentando. Muy mal.
En nuestra Isla, parece que tenemos tradición de proyectos faraónicos inacabados o inútiles y de ocurrencias disparatadas, inconvenientes o desproporcionadas. Pensemos por ejemplo en el polideportivo de Frontera, un puerto deportivo-pesquero en la Punta de la Dehesa, un hotel en Malpaso, un campo de golf en la meseta de Nisdafe, o un túnel de La Restinga a Las Playas. Consecuencia quizá, de poner a gestionar millones de euros de presupuesto público, a quien no tiene conocimientos, sentido común ni capacidad para gestionar un estanco de chuches y prensa. Por ejemplo.
Creemos que la Hoya del Morcillo es un lugar emblemático en nuestra Isla, en el que además de área de recreo y camping existe un campo de futbol de tierra, que fue habilitado con muy buen criterio y generosidad por parte del área forestal y de medio ambiente cuando D. Zósimo era responsable de la gestión de los montes, para que los jóvenes de El Pinar y otras partes de la isla pudieran practicar el futbol en un campo de tierra, ya que el único existente en aquel tiempo era el de Valverde.
Pero al día de hoy esto no sería posible, no ya porque la isla cuente con seis campos de futbol con césped artificial, sino porque los condicionantes medioambientales impedirían desforestar, desmontar y aplanar un terreno de casi una hectárea en medio del monte para hacer un campo de fútbol. Pero allí está, y aunque hoy no se practique en fútbol en este terreno, cumple la función de una zona de expansión anexa las instalaciones de El Morcillo.
El proyecto sometido a información pública prevé una tipología de pista de atletismo cubierta pero construida al aire libre, con lo cual tiene los inconvenientes de ambos modelos: las más reducidas dimensiones y peraltes de las pistas cubiertas, y los inconvenientes de estar al descubierto.
Ahora bien, estas instalaciones habrían de ser construidas en un Suelo Rústico de Protección Paisajística, en medio de pinares endémicos canarios que es un hábitat natural de interés comunitario. Dicen los técnicos redactores del proyecto, que este no necesita Informe de Evaluación Ambiental Simplificado. Doctores tiene la iglesia y ya se pronunciarán los técnicos cuando corresponda, pero entendemos que la Ley 21/2013 Art.7 y 23.2 dice que cuando hay alteración de uso del suelo, incremento de visitantes, nuevas infraestructuras o nuevas construcciones, es imprescindible el mencionado informe.
En cualquier caso, al margen de las consideraciones de tipo medioambiental; de que las actuaciones sobre el suelo deben hacerse tras un escrupuloso y riguroso estudio porque los errores o decisiones equivocadas son absolutamente irreversibles y dañan el futuro del bien mas preciado y escaso; de que este estudio requiere además de amplia información y participación social sobre el modelo de desarrollo que queremos, hay otras cuestiones, digámoslo así, de sentido común.
Unas instalaciones de esta envergadura y utilidad para los deportistas, debería hacerse no solo para los vecinos de El Pinar, sino para los de toda la Isla. Y para eso, debería elegirse un lugar lo más equidistante posible de todos los pueblos. Pensemos, por ejemplo, lo que supondría en distancia y tiempo, que un deportista de Frontera o de La Caleta tuviese que ir a entrenar e El Morcillo.
Además, en cuanto que estas instalaciones serían de carácter único en toda la Isla, debería ser El Cabildo quien tendría que acometer este proyecto, aunque reconozcamos la iniciativa y el loable empeño en el mismo del ayuntamiento de El Pinar.
¿Y por qué no en otro lugar?
El Cabildo posee en San Andrés un polideportivo y un campo de lucha en estado de ruina y absoluto abandono. Pero, además, posee en ese entorno, diversas parcelas que suman 49.295 m2 de suelo rústico, y 8.184 m2 de suelo urbano. Terreno llano dotado de acometidas de agua potable y situado en el borde del mismo pueblo.
Tendría la ventaja de estar situado en el centro de la Isla, y bastante equidistante de los distintos pueblos. Y la ventaja adicional, de que, al estar situados estos terrenos en la cota de mil metros de altitud, reúne mejores condiciones para competiciones deportivas de atletismo en pruebas de fuerza o de corto recorrido.
Lo razonable, creemos, es que El Cabildo estudie esta alternativa por ser más ventajosa para el conjunto de la isla, para los deportistas y atletas, y hasta para las instituciones, ya que el coste las obras lo asumiría el Cabildo en suelo propio, y no lo tendría que soportar el municipio de El Pinar en solitario. Todo esto, además, y quizá es lo más importante, de evitar el impacto de estas instalaciones en un suelo protegido y emblemático como es la Hoya de El Morcillo.
El plazo de exposición pública, en el que se pueden presentar las alegaciones que estimen oportunas, termina el 27 de marzo, lunes. Animamos a los ciudadanos a que participen y expresen su opinión o iniciativas. Nosotros, por supuesto que utilizaremos esa posibilidad que nos permite la ley.
Taller de escritura:Cuento de otoño II
Por Luciano Eutimio Armas Morales
Molly Williams era una muchacha morena, delgada, con unos ojos azules que irradiaban jovialidad y entusiasmo, y el pelo recogido en una media cola con rizos. Nació en Newham, un barrio pobre de Londres, y que sin embargo es el que tiene menor huella de carbono. No había conocido a su padre, y con su madre hacía años que no tenía contacto alguno.
Había estudiado secundaria en la escuela comunitaria Lister de la City, y estaba en Las Palmas desde hacía cuatro meses a donde había llegado tras los pasos de su hermana, dieciocho años mayor que ella, con la que se había criado desde pequeña.
—Buenas tardes, señor Pedro. ¿Qué desea? ¿Lo de siempre?
—Hola, Molly. Sí, por favor, una jarra bien fría.
Pedro Ramírez Alarcón se encontraba sentado a una mesa en la terraza de la cervecería Peña la Vieja, de la que era un cliente habitual. En estos días otoñales, desde el paseo marítimo de Las Canteras, se podía disfrutar de un atardecer contemplando el sol ocultándose tras la silueta del Teide. Casi a sus pies, la arena dorada de la playa. Luego, una bahía de aguas tranquilas que parecía una piscina, rodeada por una barra de roca porosa acariciada por unas olas remolonas que intentaban atravesarla una y otra vez, pero que desistían como agotadas en los intentos.
El paseo marítimo era un continuo trasiego de gentes que iban y venían y que parecían de todas las procedencias, desde turistas nórdicos a magrebíes con chilaba, parejas acarameladas, o la muchacha del servicio doméstico que sacaba a pasear al señor en la silla de ruedas.
—¿Desea algo más, señor Pedro? —le preguntó Molly con sonrisa radiante.
—No, gracias, estoy esperando a un amigo. Luego pediremos algo más… Por cierto, he estado indagando, y creo que Colombia es el país que te conviene. Está ahora en una buena situación económica y hay demanda de trabajadores en el sector turístico, y más si dominan el idioma inglés. Te pasaré algún contacto.
La muchacha había comenzado a trabajar hacía tres meses. Había nacido en el año 2005, y este era su primer trabajo en España. Quería aprender español, y para cuando tuviese algunos ahorros, le ilusionaba poder viajar a algún país de Centro o Sudamérica y trabajar en algún resort turístico. Le fascinaba ese optimismo contagioso y alegría de vivir que parecían transmitir las gentes de esos países, quizá influenciados por la luminosidad de ese sol radiante tan opuesto a las persistentes y obscuras neblinas londinenses.
Pedro dejó la jarra sobre la mesa tras tomar un sorbo de cerveza y se puso las gafas de sol. Los años pasados en prisión le habían dejado la secuela de unas pupilas hipersensibles a la luz… Le encantaba esa muchacha que, siendo tan joven, tenía tanta seguridad en sí misma, resolución y entusiasmo por nuevos proyectos vitales y, además, leía novela negra. Se encontraba solo, y miró el reloj como quien espera una cita y se impacienta porque ha llegado la hora convenida.
Tras los años transcurridos en aquel siniestro túnel, había recuperado su libertad, su familia y algunos de sus amigos. También, con la ayuda de sus suegros y un pequeño negocio de intermediación inmobiliaria que había montado, estaba recuperando su economía familiar. Las cuentas que había dejado pendientes se estaban saldando… De pronto vio a su amigo Fermín, que se aproximaba sorteando transeúntes.
Y le vino a la mente la imagen de Carmen, la compañera de Fermín, que había formado parte de su pandilla juvenil. Hacía once años que en aquella fiesta campera se acercó a él y le dijo al oído: «Ten cuidado… hay moros en la costa». Cada día de estos once años recordaba aquella imagen afable de su rostro con un rictus de preocupación y aquellas palabras. Fermín, claro está, no estaba a la altura de aquella mujer.
—¡Hombre, Pedro, qué alegría de verte después de tanto tiempo! —casi gritó Fermín al tiempo de fundirse en un abrazo con su amigo.
—¡Vaya con don Fermín! Te veo igual de jovial y optimista, y, además, para ti parece que no corre el calendario. Siéntate. ¿Qué tomas?
—Pues yo a ti también te veo igual, parece que no haya pasado tiempo… Un vermut seco con hielo, por favor —le dijo a Molly, que se había acercado a la mesa.
—Cuéntame, ¿qué has hecho todos estos años? ¿Qué es de tu vida? —le preguntó Pedro.
—Bueno, yo después de aquello me retiré del negocio, tú sabes… Conseguí una distribución de queso y productos lácteos de una firma suiza para las islas… y con el alquiler de los locales que están a nombre de mi mujer y tal, pues hemos ido tirando y pagando los estudios de los hijos. ¿Cómo te encuentras tú? Por cierto, ¿Y tus hijos? Me imagino habrá sido muy duro para ellos.
—Gracias a mis suegros. Se han volcado con nosotros. Ismael siempre fue un niño muy estudioso. Hizo Ingeniería Industrial, y nada más terminar consiguió trabajo. Macarena hizo Odontología y trabaja en una clínica dental. Y yo, después de todo esto, miro el futuro con enorme serenidad y optimismo… sinceramente —remató Pedro la frase masticando las palabras en un tono que parecía como muy firme, y que sorprendió un poco a Fermín.
Los bañistas remolones se iban retirando de la playa con la caída de la tarde. La suave brisa del mar, las olas perezosas que no lograban subir a la barra, el trasiego multiétnico de transeúntes por el paseo, la cálida temperatura y el estimulante amargor de la cerveza pilsen, formaban una atmósfera propicia para una agradable charla con un viejo amigo.
—Me alegro muchísimo de encontrarte con ese ánimo —sentenció Fermín—. Por cierto, un fuerte abrazo de parte de Carmen, y a ver si nos juntamos todos un día. ¡Esto hay que celebrarlo!
—¿Y tu hija qué hace? Parecía una niña despabilada.
—Sí, y tanto —dijo Fermín—. Hizo publicidad…
—¿Y en qué trabaja?
—Vende humo.
—¿Cómo es eso de que vende humo?
—Sí, trabaja en un gabinete de un partido político. Siempre ha tenido espíritu comercial…
Transcurría plácidamente la charla entre dos viejos amigos, que hacía años no se veían. La figura delgada y menuda de Molly iba y venía entre el local y las mesas de la terraza, con la bandeja en la mano y sorteando a los transeúntes por el paseo de la playa.
—Por cierto, Pedro… hablando de todo… creo que lo de Medellín fue un error… un grave error que cometimos… parece ser que el turco era el testigo protegido.
—Sí, claro, un turco nacido en Telde.
La mirada de Pedro se clavó como una flecha en los ojos de Fermín, al que se le heló una incipiente sonrisa, al tiempo de sentir como una especie de sacudida eléctrica. No pudo sostener la mirada y sus manos deambularon sobre la mesa como perdidas, gesticulando, pero sin un objetivo claro.
Seguramente no estaba programado así. Es posible que haya sido una casualidad que en ese preciso momento se acercase a la mesa en la que charlaban dos viejos amigos, alguien que pasaba por allí. Fue un instante que pareció fugaz y eterno. El desconocido hizo un gesto, Fermín se llevó las manos a la cabeza y cayó al suelo de lado, arrastrando la silla.
La ambulancia tardó once minutos en llegar. La Policía Nacional llegó antes. Todo fue tan rápido que casi nadie se dio cuenta de lo que había pasado, hasta que vieron a Fermín Maldonado Martín tendido en el suelo y la silla caída a su lado.
Los transeúntes se arremolinaban a cierta distancia. Dos agentes de la Policía Nacional indagaban datos sobre lo ocurrido entre los curiosos. Un agente sanitario vació un cubo de arena sobre el pavimento en el lugar en que se apreciaba un pequeño charco de sangre.
—¡A sus órdenes, mi sargento! —saludó marcialmente el policía nacional al oficial que acababa de llegar acompañado de otro policía.
—Al herido ya se lo ha llevado la ambulancia. Parece que tenía una fractura en el cráneo. Ninguno de los posibles testigos presentes ha dado una descripción con cierto detalle del agresor. Vieron a un hombre, como de unos treinta años, con pasamontañas, que pasó corriendo por entre la gente y se perdió por esa calle.
El sol, testigo silencioso, había terminado de ocultarse tras la silueta del Teide. Los curiosos comenzaron a dispersarse. El trasiego de transeúntes proseguía por el paseo de Las Canteras, mientras unas olas perezosas no se atrevían a subir sobre las rocas de la Barra. Pedro seguía de pie junto la mesa…
—Lo siento mucho, señor, si era amigo suyo —le dijo el sargento de la policía—. Mañana a las nueve, si es tan amable, completaremos en comisaría la información que pueda darnos para el atestado.
—Sí, señor, allí estaremos a total disposición.
Pedro Ramírez Alarcón se quitó las gafas de sol y las introdujo en el bolsillo de su chaqueta. El sol ya se había ocultado totalmente, mientras las nubes pintaban un lienzo rojizo en el horizonte. Le vino a su mente en ese momento el instante en que, añas atrás, pero a la misma hora aproximada, cruzaba la puerta de la prisión cargando una pequeña mochila con sus útiles de aseo y pertenencias. Esbozó una pequeña sonrisa que parecía de íntima satisfacción…
—Molly, la cuenta, por favor.
Comentario a vuelapluma:Terremoto
Por Luciano Eutimio Armas Morales
Estamos inmersos en la pavorosa tragedia humanitaria de Turquía y Siria, en las que las víctimas del terremoto se contabilizan ya en decenas de miles muertos, sin contabilizar las decenas de miles que aún permanecen bajo los escombros, y a cuya tragedia habría que añadir el panorama de las decenas de miles de heridos, y de los que han quedado literalmente en la calle con lo puesto, con temperaturas gélidas y sin agua ni comida.
Cuenta el periodista Ignacio Escolar, en un lúcido artículo de hoy, que muchos de los edificios derrumbados por el terremoto tenían menos de tres años de construidos, y que debían cumplir en su construcción con una normativa antisísmica que exige unas técnicas de construcción homologadas en otros países, de las que ha sido pionero Japón. Pero esas medidas encarecen la construcción, y hecha la ley, hecha la trampa.
Bastaba con pagar una multa al Gobierno, por supuesto mucho más barata que construir con las medidas antisísmicas vigentes, para que les homologaran y le diesen cédula de habitabilidad a las viviendas de esos edificios. Se muestra la evidencia, una vez más, de que la corrupción es una verdadera lacra que corroe las instituciones, y que en la que los corruptores, en connivencia con los administradores políticos corrompidos, se enriquecen a costa del bienestar, la salud y la vida de las personas.
Lo hemos dicho en otra ocasión, los antídotos contra la corrupción también son claros: una administración pública dotada de transparencia con información veraz, y una administración de justicia independiente dotada de medios. Pero con demasiada frecuencia fallan ambas, precisamente porque los que deben implementarlas estas medidas están inmersos en ese círculo corruptivo.
Apenas unas semanas antes del terremoto, el gobierno de Turquía había comenzado a tramitar nueva ley de amnistía para los edificios que se habían construido sin cumplir con la normativa antisísmica. “¿Hay algo más horrible que esas decenas de miles de muertos?”, se pregunta Escolar. “Sin duda alguna, el pensar que buena parte de esas muertes se podrían haber evitado si se hubiese cumplido la ley”.
Pero estamos en lo de siempre: la corrupción evitó que la ley se cumpliese, e incluso pretendían cambiarla, para beneficiar a unos pocos y provocar la muerte, ruina y desolación de muchos.
La insoportable codicia corruptiva (III)
Por Luciano Eutimio Armas Morales
La transmutación de un complejo escolar en una machacadora.
Tenía ya preparado para enviar a publicar esta tercera entrega de reflexiones sobre la corrupción, cuando parece que el asunto ha entrado en una especie de “efervescencia social” entre los ciudadanos, con recogidas de firmas, campañas en change.or y debates en las redes y en las barras de los bares, sobre el procedimiento para declarar de Interés Público y Social las instalaciones industriales ilegales en Hoya del Juez.
Primero el Partido Popular, con un comunicado de prensa, en coherencia por otra parte con su posicionamiento tradicional sobre el asunto. Luego, algunos políticos con responsabilidad en instituciones manifiestan “por la bajini” que no apoyarían esa propuesta. El presidente del Cabildo se pone de perfil y manifiesta por TV que en el Cabildo “se habían limitado a tramitar la petición de un ciudadano, porque si no lo hacían, prevaricaban”, pero dando a entender que no vayamos a pensar que su grupo lo apoya, no, no, eso es solo una cuestión de un ciudadano. Alguien que pasaba por allí por casualidad, y lo pidió.
Y por otra parte, AHÍ convoca una rueda prensa, en la que manifiesta que se posiciona en contra de este proyecto y solicitarán un Pleno Extraordinario con este motivo al Ayuntamiento de Valverde, proponiendo el consenso de todas las fuerzas políticas, y además, “hacen una invitación a todos los herreños para que participen en las distintas iniciativas de recogida de firmas, como muestra de rechazo a este expediente antes del día 19 de enero”. ¡Bingo!
¡Y todo esto en cuatro o cinco días! ¿Qué ha pasado para que un procedimiento que parecía que contaba con todas las bendiciones de las instancias de poder en las instituciones, de pronto resulta que están todos en contra, y dejan al solicitante a los pies de los caballos? Pues muy sencillo: la movilización ciudadana, algo a lo que los políticos le temen, como los gatos escaldados al agua fría.
EL ANHELADO COLEGIO DE VALVERDE.
Cuenta Valverde con un Colegio Público de Enseñanza Primaria construido hace unos cincuenta años, que ha tenido problemas estructurales y carece de las condiciones mínimas exigibles a un centro de enseñanza: equipamiento e instalaciones, espacios libres adecuados, accesibilidad para personas con movilidad reducida, aparcamientos y facilidad para vehículos de transporte escolar y particulares de profesores y padres de alumnos, etc. etc.
Conscientes de esa necesidad, desde el año 2.005 se promueve por parte del Ayuntamiento de Valverde la construcción de un nuevo colegio. Se hacen gestiones tratando de buscar la opción más idónea, y el 03/03/2.011 se aprueba por parte del Ayuntamiento de Valverde, la adquisición de una parcela de 10.000 m2 por 280.000,€ para la construcción del CEIP, porque “… reúne condiciones inmejorables en cuanto a situación, dotación de servicios urbanos y accesos”, con el voto en contra del PSOE. Posteriormente el ayuntamiento compró otros 5.000 m2. Ojo al dato: El ayuntamiento de Valverde, manifiesta en un pleno, que Hoya del Juez reúne condiciones inmejorables para el CEIP en Hoya del Juez.
La propuesta consensuada, contaba con el apoyo entusiasta de la comunidad educativa, Profesores, Ayuntamiento de Valverde y Cabildo Insular. Por fin parecía que se iba a hacer realidad una aspiración y demanda de los vecinos del municipio de Valverde, y el 18 de diciembre del año 2013, el Boletín Oficial de Canarias, publica el anuncio relativo a someter a Información Pública el estudio económico y el proyecto básico para la construcción del Centro de Enseñanza Infantil de Valverde, (CEIP). El Consejo Escolar Municipal ratifica su apoyo a esta alternativa el 24/10/2016, y el sueño parecía que comenzaba a hacerse realidad.
Hasta ahí todo bien, aunque con la lentitud propia de todos los procedimientos administrativos, y más si afectan a territorio y hay un tubo volcánico. Pero alguna mano estaba maniobrando desde la obscuridad, pronto comenzó la pesadilla, y entonces saltó una libre.
COMO SACAR UN CONEJO DE LA CHISTERA.
Lo que ha venido después podríamos llamarle trapisonda, que es sinónimo de embrollo, enredo y confusión, que alguien denominó historia interminable, y en la que determinados intereses ocultos se han infiltrado en el procedimiento convirtiéndolo en una verdadera opereta bufa, con el silencio y sumisión del respetable, y con los actores pretendiendo cambiar el guion a mitad de la obra, empleando argumentos tan incomprensibles como absurdos.
Cierto es, que todos los procedimientos administrativos que tienen relación con la calificación y uso del suelo tienen una notable complejidad y requieren de dilatados periodos de tiempo para su tramitación, y que se han esgrimido diversos procedimientos para salvar este escollo. Pero eso no es nada que una diligente y adecuada gestión en las administraciones competentes impida tramitar.
El primer acto de esta opereta bufa comenzó el nueve de mayo de 2.018: El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, en visita a la Isla de El Hierro manifiesta que: “Hasta ahora no ha habido un proyecto educativo global para El Hierro, y la presidenta del cabildo, Belén Allende, ha puesto sobre la mesa su visión, colaboración, suelo e idea, y ya tiene el proyecto para hacer el colegio en el casco urbano de Valverde”. La verdad es que una idea no es un proyecto, y las competencias en este caso serían del ayuntamiento y no del cabildo, pero continuemos con la opereta.
La idea-proyecto, consistía en demoler el Instituto de Bachillerato y ciclos formativos, que se trasladarían a barracones provisionales en a zona de S. Juan, y en este lugar construir el nuevo colegio de infantil y secundaria. En el interior del casco urbano, cierto, pero en un espacio muy reducido, y con notables dificultades para los accesos de transporte escolar, aparcamientos, carencia de canchas deportivas, etc. además de lo que supone desplazar las aulas del instituto a barracones provisionales en San Juan.
La reacción de partidos y ciudadanos ante tal disparate, que según Fernando Clavijo formaba parte de un proyecto educativo global para El Hierro, fue inmediata. Y el PSOE en el mes de abril de 2.018, solicita un pleno extraordinario en el ayuntamiento, en el que expresan el malestar con Fernando Clavijo, que trata de romper el consenso para construir el colegio en Hoya del Juez. La propuesta es así mismo rechazada por el Consejo Escolar y por las asociaciones de padres.
El PSOE emite un comunicado el 3/8/2018, en el que acusa a AHÍ de mentir, ocultando obscuros intereses, para no construir el colegio en Hoya del Juez. Pero a pesar del rechazo de partidos políticos y de ciudadanos, la consejera del gobierno de canarias Soledad Monzón se reitera en que queda descartada la Hoya del Juez como lugar para construir el CEIP del Valverde, manifestando que el colegio se construiría en el casco urbano de Valverde, y las obras estarían finalizadas en el año 2.021. Entre las razones aducidas para descartar la construcción del colegio en el lugar previsto, es porque estaría en las afueras y en vías carentes de aceras.
Pero el culebrón continúa.
En pleno extraordinario celebrado en el Ayuntamiento de Valverde el 19/12/2018, se acuerda por unanimidad de todos los partidos, “1º) Reiterar a la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, los acuerdos adoptados por unanimidad en este Pleno, así como por el Concejo Escolar Municipal, de construir el CEIP de Valverde en los terrenos adquiridos para tal fin en Hoya del Juez. 2º) La reprobación de la consejera de educación del Gobierno de Canarias, Soledad Monzón, por su incapacidad e ineficiencia en resolver los problemas educativos del municipio. ¡Aprobado por unanimidad de todos los partidos políticos!
El Cabildo Insular de El Hierro, por otra parte, en sesión plenaria celebrada el 14.01.2019, y en cuyo debate el portavoz del PSOE dijo que existían “razones obscuras que no alcanzaba a entender” para tratar de evitar que el colegio se construyese en Hoya del Juez, acuerda por mayoría, con los votos del PP, PSOE, Podemos y Nueva Canarias, y con los votos en contra de AHÍ, reiterar la petición de que el CEIP de Valverde se construya en los terrenos adquiridos por el ayuntamiento en ese lugar.
Pero de pronto …
ALGUIEN SACA OTRO CONEJO DE LA CHISTERA.
El culebrón continúa, y cada nuevo disparate supera al anterior. Los que decían Diego, dijeron digo; y los que decían digo, dijeron Diego. De una forma o de otra, de lo que se trataba es de sacar el CEIP de Valverde de la Hoya del Juez. Y entonces, un astronauta ve la hoya desde lo alto de la Montaña del Hombre Muerto, tras la ermita de Santiago, y le viene la inspiración: “Aquí lo que vamos a proponer, es construir la Ciudad Deportiva que Valverde necesita”. Y dicho, y hecho. El PSOE toma el testigo, y la nueva propuesta es construir instalaciones deportivas en Hoya del Juez, y las educativas en San Juan.
Este plan comenzaría por permutar entre el ayuntamiento de Valverde y el Gobierno de Canarias los terrenos del Hoya del Juez, propiedad del ayuntamiento, por los terrenos de San Juan, propiedad del Gobierno de Canarias. Un expediente de lago recorrido, que puede demorar hasta años.
La segunda parte del “plan del astronauta” consistiría en demoler todo lo construido en S. Juan: campo de futbol, campo de lucha, polideportivo, gimnasio, y todas las instalaciones complementarias. Seguramente habría que ampliar el Punto Limpio, para poder recoger tanto volumen de escombros y materiales reciclables.
Mientras tanto, los estudiantes de todos los ciclos educativos, apretujados durante años en instalaciones sin condiciones adecuadas o en pabellones prefabricados. Al mismo tiempo, comenzarían en Hoya del Juez, nos imaginamos, la construcción de un nuevo campo de futbol y sus gradas; la construcción de un nuevo polideportivo, que nos imaginamos no tardará tanto como el de Frontera en construirse; la construcción de un nuevo campo de lucha; la construcción de un nuevo gimnasio, y de todas las instalaciones complementarias, … ah, y la construcción de una nueva piscina. Tantos años sin ninguna, y ahora Valverde va a tener dos piscinas, porque nos imaginamos que la de Asabano no van a demolerla.
Y en San Juan, el lugar más inhóspito y con peor clima de Valverde y quizá de la Isla, mal comunicado, con un reducido espacio en lo alto de una ventosa montaña, se construiría el Complejo Educativo, con un parking subterráneo, porque no habría espacio para un aparcamiento al aire libre. ¿Y quién paga esta fiesta?
EDUCACION SECUNDARIA
Y no me refiero al grado formativo, sino a que a la vista de algunos representantes políticos en las instituciones, la educación es algo secundario: lo más importante es la práctica del deporte, porque la formación académica, la calidad de la enseñanza, es algo que propicia la reflexión y el pensamiento crítico y eso hay que procurar evitarlo.
Y así ocurre que en el ayuntamiento de Valverde se celebra un pleno el 26/12/2021, en el que, con los votos a favor del PSOE, AHÍ y NC, y los votos en contra del PP, acuerda anular el acuerdo de la corporación municipal del 12/04/2018, instar a que “se inicie cuanto antes, la construcción de la “Ciudad Deportiva de Valverde” en Hoya del Juez y se construya la “Ciudad Educativa” en San Juan”.
¿Cómo es posible, que la misma corporación municipal que acordó por UNANIMIDAD exigir la construcción del CEIP en Hoya del Juez, porque “reúne condiciones inmejorables”, palabras textuales del acuerdo, acuerde tres años después que en ese lugar se deben iniciar cuanto antes las obras de la construcción de la ciudad deportiva?
¿Qué mano invisible mueve la cuna, es decir, el suelo, tratando de evitar a toda costa que el CEIP de Valverde se construya en los terrenos de Hoya del Juez? ¿Cómo se pueden convertir unas piedras en oro en estos terrenos?
Ya lo comentaremos otro día, porque hoy quería centrarme en los cambios de opinión de nuestros representantes públicos sin criterios ni argumentos, y disculpen el tono algo jocoso, porque todos esto es algo tan disparatado que no podemos tratarlo en serio.
La insoportable codicia corruptiva (II)
Favor, con favor se paga.
Luciano Eutimio Armas Morales
Mi padre, (QEPD), que fue alcalde de Frontera entre 1968 y 1975, recuerdo que decía que los peores enemigos de un alcalde eran sus amigos, porque eran los únicos que se atrevían a pedirle un favor, sobre algo que no era legal o no era justo.
Y efectivamente, yo creo que un político en el ejercicio de su cargo nunca debe hacer un favor a un ciudadano, porque hacer un favor es favorecer al alguien, a costa de perjudicar a otros ciudadanos, que quizá lo merecen o lo necesitan más, o simplemente, no sabían que tenían derecho a pedirlo, porque a veces los favores consisten simplemente en facilitar información privilegiada.
LA INVERSIÓN EN COMPRAR VOLUNTADES.
Clint Murchison, que en los años sesenta del pasado siglo era unos los hombres más ricos de América, dueño de compañías petrolíferas y de construcción, y que presuntamente estuvo implicado en la financiación de la conspiración para asesinar al presidente Kennedy, decía que “...el dinero es como el estiércol, si se esparce bien, (En sobornos, quería decir), suele dar muy buenos frutos”.
Un político elegido para representar a los ciudadanos y defender y administrar los intereses de estos, debe tener bien claro que el bien común y los intereses de aquellos a los que representa debe prevalecer siempre sobre los intereses particulares, y que su actuación debe estar regida por principios de transparencia, equidad e igualdad de oportunidades.
Pero aquí hay además una diferencia fundamental: cuando un empresario particular invierte en comprar voluntades a políticos, para que luego le favorezcan, lo hace con su dinero. Pero cuando un político invierte tratando de comprar la lealtad o el voto de los ciudadanos, no lo hace con su dinero, sino con el tuyo, con el mío y con el de los demás vecinos.
LOS PLANES ESTRATÉGICOS DE SUBVENCIONES
La Ley 38/2003 que regula los Planes Estratégicos de Subvenciones en las administraciones públicas, establece como deben concretarse los objetivos que se pretenden con eficacia y un seguimiento de estos para evaluar el logro de los resultados. Pero puede darse una perversión de la dimensión y de los objetivos de un plan estratégico de subvenciones y derivar en una ineficacia de la gestión y un procedimiento de compra de adhesiones, que es un caso de corrupción.
Hablemos de los cabildos. El Cabildo es una institución pública cuya misión es gestionar el dinero recibido de los ciudadanos y convertirlo en obras y servicios, atendiendo siempre el bien común y la protección y ayuda a los más desfavorecidos. Los políticos deciden en que invertir, y los funcionarios hacen su trabajo determinando como hacerlo. En el ámbito de las subvenciones, o en cualquier otro. La ecuación es así de sencilla.
El trabajo de los funcionarios es fundamental para que esa institución funcione y cumpla sus objeticos. Pero si esa organización paquidérmica y lenta no funciona no es por culpa de los funcionarios, sino de los políticos que tienen la obligación de elegirlos con criterios de capacidad y mérito, y luego, formarlos, organizarlos y motivarlos. El fracaso pues no es achacable a los funcionarios, sino a los políticos que deben organizarlos y motivarlos.
El Cabildo Insular de El Hierro, al igual que otros cabildos, tiene en su presupuesto anual un capítulo denominado “Plan estratégico de subvenciones”. Contempla aquellas partidas presupuestarias que se destinarán a subvenciones a particulares, empresas o asociaciones sin ánimo de lucro, que se supone son de interés social, y contribuirán a mejorar la situación socioeconómica de la mayoría de los herreños.
Pero si lo comparamos, por ejemplo, con el de otros cabidos insulares, tenemos notables diferencias. El Cabildo herreño ha consignado en el último año presupuesto un total de 12.199.466,41 € para subvenciones. Si tenemos en cuenta que el presupuesto total del año para el cabildo ha sido de unos cuarenta y cinco millones de euros, esto supone que algo así como la cuarta parte del presupuesto del Cabildo se dedica a dar subvenciones, es decir, a repartir dinero a diestro y siniestro.
Si analizamos un poco más el presupuesto, observamos que el Cabildo dedica al capítulo de personal algo así como el 29,% del mismo, estando por encima de la media de otros cabildos. A gastos generales el 12,5% del presupuesto, y a inversiones reales, ¡ASOMBRENSE!, el 4,4 % del presupuesto. A pesar de dedicar tanto presupuesto a personal y de contar con magníficos profesionales entre funcionarios y personal laboral, el cabildo es un ineficiente gigante burocrático que se dedica a repartir dinero entre ciudadanos y empresas, casi tres veces más de lo que dedica a inversiones reales, ante su incapacidad para gestionar e invertir los recursos propios y los que le llegan de otras instituciones.
Veamos ahora algunos datos comparativos: En Lanzarote las inversiones reales representan en el último ejercicio, un 26,25 % del presupuesto y el plan estratégico de subvenciones está dotado con 16,26 millones, que representa el 8.8 %, de los cuales doce millones están destinados a obras en cooperación con municipios y a aguas. El importe de inversiones reales es muy superior al de subvenciones. En Fuerteventura, las inversiones reales son de un 11,% del presupuesto y el plan estratégico de subvenciones un 7,8 % del mismo.
En Tenerife, por ejemplo, el Plan Estratégico de Subvenciones es de 23,1 millones, que, con un presupuesto total de 946,8 millones, representa un 2,44 % del mismo.
Otro dato comparativo: El Cabildo de Tenerife, con un presupuesto de más de novecientos millones de euros, dedica al sector pesquero una subvención de 140.000, para “Financiar los gastos corrientes generados por las Cofradías de Pescadores de la isla de Tenerife para el desarrollo de su actividad, mantenimiento del funcionamiento administrativo de las Cofradías de Pescadores y para apoyo a la comercialización de productos pesqueros.” Pero en El Hierro, con un presupuesto de cuarenta y cinco millones, aplican 750.000, € solo para la compra de barcos de pesca. Y un solo pescador de El Hierro, recibe más subvención que todos los pescadores de Tenerife juntos. No es de extrañar que la gente hable de un gran pelotazo.
Si observamos con cierto detalle el último presupuesto del Plan Estratégico de Subvenciones del Cabildo de El Hierro, podemos constatar: Del ejercicio de 2.018 al ejercicio del 2.022, este presupuesto ha pasado de 4.961.369,94 € a 10.003.247,93 €, es decir, las subvenciones han aumentado más de doscientos por cien, mientras el presupuesto total del cabildo ha aumentado algo así como un diez por ciento.
Veamos detalle de algunas partidas del Plan Estratégico de subvenciones: Sanidad y servicios sociales: 443.577, €; Educación cultura y deportes: 619.500,€; bonificaciones al transporte: 115.000,€; Medio Rural y Marino: 2.463.000,€ de los cuales, 300.000,€ van destinados a subvenciones a seguros autónomos de agricultores, y 750.000,€ para la compra de embarcaciones de pesca.
¿QUIERE USTED COMPRAR UN BARCO?
Esta cifra, 750.000,€ para la compra de embarcaciones de pesca, es casi tanto como todo lo que el Cabildo de Lanzarote dedica a Agricultura, Ganadería y Pesca; y algo menos, de lo que dedica La Palma a este capítulo, a pesar de que el presupuesto del Cabido de La Palma es cuatro veces más que el Cabildo de El Hierro, pero con la particularidad, de que casi el noventa por ciento de ese presupuesto del cabildo herreño, ha ido a parar a tres pescadores de La Restinga.
Este hecho, por ejemplo, ha provocado cierto revuelo no solo en el sector pesquero, sino en el conjunto de la sociedad herreña. Si comparamos, esta cifra es cinco veces más que la destinada a bonificar el transporte por el Cabildo de El Hierro, que es uno de los factores que encarecen la cesta de la compra a todos los herreños, y un importe superior al total dedicado a Cultura y Deportes.
Obviamente, no pretendemos afirmar que ese procedimiento haya sido ilegal a pesar de que existen muchas sombras en el mismo, pero si tenemos serias dudas de que haya sido justo, porque lo justo, no siempre coincide con lo legal. El objetivo de las subvenciones es tratar de cubrir necesidades básicas de colectivos desfavorecidos o instituciones sin ánimo de lucro, y tratar de dinamizar la economía. Pero no repartiendo dinero a ciudadanos como quien reparte cromos, a beneficio casi siempre de los que están mejor informados o de los que recurren a intermediarios a cambio de una comisión, que de todo hay, desvirtuando además la finalidad de la subvención.
El capítulo de subvenciones dedicado a dinamizar la economía debe incidir en factores que beneficien a todo un sector, y no a algunos votantes o allegados. Por ejemplo, abaratamiento del combustible, del transporte o de la electricidad. Oficinas públicas de asesoramiento a pequeños empresarios y agricultores en aspectos técnicos, administrativos o informáticos. Promover el uso de energías renovables en automoción, hogares, agricultura e industrias, facilitando una amplia red de puntos de recarga gratuitos y asesoramiento en proyectos. En fin, todas aquellas actuaciones que beneficien al conjunto de los ciudadanos, y no a los cuatro de siempre.
Sabemos que, con harta frecuencia, la corrupción se infiltra en los procedimientos administrativos, concursos o licitaciones para darles apariencia y forma de legalidad, porque resulta muy difícil detectar o reunir pruebas de esas irregularidades. Si en unas oposiciones, un opositor recibe con antelación el contenido o pruebas de los exámenes, ¿Cómo podría demostrarse que obtiene el puesto de trabajo de forma fraudulenta, en perjuicio de otros opositores, quizá con más conocimientos y capacidad?
Y si en un procedimiento para otorgar subvenciones, por ejemplo, requieren de una abundante y compleja documentación y dan un plazo de solo diez días para presentar solicitudes, ¿No se puede deducir, que, si alguien ha tenido conocimiento con antelación de las bases y requisitos, tendrá notables ventajas ante otros ciudadanos?
¿Y si ante la licitación de una obra las bases y requisitos son como un traje a la medida de determinada empresa, que tendrá una ventaja competitiva frente a otras? La picaresca de “hecha la ley, hecha la trampa” también se aplica aquí. Hecha la ley, que pretende una justa y equitativa igualdad de oportunidades para todos, hecha la trampa, para conseguir que lo injusto o lo corrupto reciba las bendiciones de la legalidad.
El espíritu de la ley con los Planes Estratégicos de Subvenciones exige tramitarlos con transparencia, objetividad y eficacia, y cumplir los fines sociales propuestos, pero cuando se desvirtúa, y se convierte en un procedimiento de reparto de dinero público en el que además hay un intercambio de cromos, aunque tengan todas las apariencias de legalidad, estamos ante claros casos de corrupción encubierta.
Lo decía Clint Murchison: “El dinero es como el estiércol. Si lo esparces bien, (En subvenciones), suele dar muy buenos frutos, (En votos).”
Pero cuando existe codicia corruptiva, también hay otras formas de conseguir buenos frutos incluso sin invertir dinero. Por ejemplo, con un Proyecto de Interés Insular, transmutando un colegio en una instalación industrial de trituración de áridos.
Pero de esto comentaremos otro día, porque hoy ya me he pasado de las 1.800 palabras.
Qatar, 2022: principio del fin
Por Luciano Eutimio Armas Morales
EL FUTBOL
El Parlamento Europeo ha denunciado la corrupción “rampante y sistémica” de la FIFA, y exige una investigación de las muertes ocurridas durante las obras previas al mundial de Qatar y la reparación de los daños a las personas o familias afectadas. El periódico The Guardian, estima en 6.500 los fallecidos durante las obras como consecuencia de las precarias condiciones de los trabajadores y la carencia de medidas de seguridad.
Lo de la corrupción en el mundo del futbol no es nada nuevo. En España, los presidentes de clubs o entidades deportivas que han entrado en prisión o han sido imputados por delitos económicos es exhaustiva: Jesús Gil, (Atlético de Madrid); Manuel Ruiz de Lopera, (Betis); José María del Nido, (Sevilla); Sandro Rosell y Josep Lluis Núñez. (Barcelona); José María Ruiz Mateos, (Rayo Vallecano); Ángel María Villar, (Federación Española de Futbol).
Y aquí no están todos. Alguno, mucho más relevante, quizá no haya sido investigado, no por carecer de motivos, sino por ser sobradamente astuto y estar bien relacionado.
Fuera de España, el nivel de corrupción del futbol es similar o peor. Investigaciones del FBI iniciadas por la fiscalía de Nueva York pusieron al descubierto que solo en Estados Unidos, se habían pagado 150 millones de dólares en sobornos para otorgar la organización de los mundiales de fútbol en Rusia en 2018 y en Qatar en 2022.
Los presidentes de la FIFA, Joseph Blatter y de la UEFA, Michel Platiní, fueron multados y suspendidos de actividades relacionadas con el futbol, por actuaciones acreditadas de sobornos, fraudes y lavado de dinero en las instituciones relacionadas con este deporte. Y el caso conocido como Qatergate, continúa en nuestros días con polémicas actuaciones y declaraciones de Gianni Infantino, actual presidente de la FIFA.
Resumiendo, que el futbol, que pasó de ser un deporte a ser un espectáculo, ha derivado en muchos casos en negocios multimillonarios, salpicado de casos de corrupción, tráfico de influencias, fraudes fiscales, lavado de dinero, y todos esos ingredientes que son comunes a las actividades mafiosas.
¿QUE ES QATAR?
Es un país con 11.500 km2 de superficie, aproximadamente la mitad de la superficie de la provincia de Badajoz, con una población con pedigrí de algo más de doscientos mil habitantes, y una población de siervos de algo más de dos millones. Y digo población de siervos, porque en su mayoría son hindúes, pakistaníes, indonesios, egipcios, etc. que carecen de derechos civiles y viven en unas condiciones infrahumanas, que, salvando el tiempo y la situación actual, podrían ser similares a cómo vivían los esclavos de Grecia y Roma, o los negros en América hasta el siglo XIX.
Este pequeño país, con superficie similar a una provincia española, y con habitantes de derecho algo así como la cuarta parte de los que tiene la isla de Tenerife, ha invertido seis mil quinientos millones de dólares en construir siete estadios con aire acondicionado, y toda la infraestructura hotelera y de comunicaciones necesarias para albergar la celebración de este mundial de fútbol.
La renta per cápita de Qatar es la mas alta del mundo: Si consideramos el PIB total, 151.000 millones de dólares en 2.021, dividido entre los cataríes con pedigrí, que dicho sea de paso no pagan ningún tipo de impuesto, supondría algo así como quinientos mil dólares al año para cada uno. Está claro que, para un país con esta riqueza, gastar seis mil quinientos millones en construir siete estadios con la última tecnología, es una minucia.
LOS VECINOS
Somalia está a una distancia aproximada de 1.400 km. en línea recta desde Qatar, al otro lado del Mar Rojo y la península de Arabia, en la que está situado el estado que organiza el mundial de futbol. Menos que la distancia de Canarias a Madrid.
La renta media a tenor del PIB que le corresponde a un somalí es de 445, dólares USA al año. Si tenemos en cuenta, que una habitación en un lujoso hotel catarí de Doha construido con ocasión del mundial de futbol cuesta algo así como siete mil dólares la noche, esto quiere decir que un somalí tendría que estar trabajando cinco años, para poder pagar una noche en un hotel de lujo en la capital de Qatar.
En los precarios hospitales de Somalia, atendidos con escasos medios y recursos por somalíes y médicos cooperantes de otros países, constatan aterrados como van llegando a urgencias niños con malnutrición severa y un alto porcentaje de estos termina falleciendo.
Mientras, los niños cataríes disfrutan de una vida ostentosa, rodeados de abundancia, lujos y sirvientes procedentes de países vecinos.
Esta diferencia tan abismal del nivel de vida, entre la ostentación, la opulencia y el derroche de un país como Qatar, y la pobreza, la miseria, el hambre y la carencia de servicios elementales como agua potable, saneamiento, alimentación o educación para los niños del país vecino de Somalia, un país más grande que España, es una contradicción que pone en cuestión toda nuestra cultura y nuestra civilización a escala planetaria.
EL MUNDIAL DE QATAR.
“Las hazañas en este mundial de futbol quedarán ensuciadas por las salpicaduras del estiércol, con olores fétidos procedentes de la banda de mafiosos de la FIFA y la dinastía feudal de los Al Thani, y con la alianza y la traición de Gianni Infantino”.
Con estas palabras resumidas, describía Pedro J. Ramírez en el periódico El Español, el vergonzoso panorama del mundial de futbol, organizado en un país que no reconoce derechos humanos y laborales, discrimina a las mujeres, persigue a los homosexuales, oprime a su población, y mantiene en un régimen casi de esclavitud a los trabajadores de países extranjeros.
De todas formas, parece que, desde el punto de vista de los derechos humanos, la situación en la vecina Arabia Saudí es aún peor que en Qatar, pues todo un príncipe heredero de este país, invitado de honor al mundial de futbol, ha sido acusado de ordenar el asesinato y posterior descuartizamiento de un periodista del New York Times en la embajada saudí en Ankara, para hacer desaparecer sus restos.
Con una clase política pacata y cobarde; una ciudadanía autosatisfecha y complaciente cuyo única preocupación es el juego y la victoria de su equipo; con unos organizadores que derrochan millones y millones con tal de hacer un espectáculo que pueda contribuir a blanquearles ante el mundo y con unas organizaciones como la FIFA con una corrupción rampante y sistémica, como dice el comunicado del Parlamento Europeo, el presunto espectáculo deportivo queda inevitablemente empañado y lastrado por todas estas circunstancias.
EL NEGOCIO ES EL NEGOCIO.
Invertir doscientos veinte mil millones de dólares con motivo del mundial de fútbol, supone que el estado catarí ha pagado esa cifra astronómica a los que hicieron las obras, como esos siete estadios, que a ver que van a hacer con ellos cuando acabe el mundial. Pero bueno, decíamos que a ver quien se ha beneficiado cobrando esas cifras astronómicas para para hacer esas obras e infraestructuras.
Pues entre los grandes beneficiados, y eso no sale habitualmente en los medios, está un español que, por más señas, es presidente de un conocido equipo de futbol. Nadie habla de él, porque posee también el control de muchos medios de comunicación en prensa y TV.
La empresa ACS y la empresa alemana Hochtief, controlada por ACS con el 50,16 de las acciones, realizaron en Qatar en los últimos diez años obras por valor de varios miles de millones de dólares, que incluyen la construcción de estadios, redes de alcantarillado, hoteles de lujo, autopistas, cetros comerciales, túneles y viaductos, etc.
Ustedes dirán que el objetivo de una empresa es ganar dinero, que para eso invierten un capital en la misma, y eso es cierto. Las empresas presididas por Florentino Pérez, presidente también del Real Madrid, han realizado muchas de esas obras en Qatar, han cobrado lo convenido, y aquí paz y en el cielo bizcocho.
EL PRINCIPIO DEL FIN
Todo lo que tiene un principio, tiene un fin. Y todas las grandes civilizaciones de la antigüedad tuvieron su esplendor, su decadencia y su colapso, y lo que llamamos civilización cristiana y occidental, que tuvo quizá su momento culminante con la sociedad del bienestar de la segunda mitad del siglo XX, ha entrado en irreversible proceso de decadencia.
Los economistas y los políticos se obsesionan con el porcentaje de crecimiento del PIB porque de él depende el empleo y el progreso. Las mejoras tecnológicas y de eficiencia lo han permitido en las últimas décadas, pero ese crecimiento no puede ser ilimitado hasta el infinito. Muchos economistas hablan ya de decrecimiento sostenible, como alternativa para evitar caer en ese punto de no retorno.
Pero a ese incremento progresivo de las desigualdades y de las injusticias, que se hace patente, no solo dentro de cada país, sino también entre los países, como es el caso que comentamos de Qatar y Somalia, es una potencial fuente de conflictos que puede desestabilizar todo el sistema y provocar crisis o enfrentamientos de imprevisibles consecuencias.
Si embargo, hay un hecho que diferencia esta situación: aquellas civilizaciones que tuvieron un esplendor, una decadencia y un colapso, tenían un ámbito de influencia local, pero en cambio hoy, con la globalización, la crisis puede afectar a toda la humanidad, y hay además otro elemento desestabilizador y destructivo mucho más potente que las crisis económicas y sociales o las guerras de ámbito más o menos local: El cambio climático.
LA ANÉCDOTA DEL TITANIC
La Cumbre del Clima, celebrada recientemente en El Cairo con participación de 196 países, la ONU y la Unión Europea como tal, ha terminado con otro fracaso. Pretendía abordar con ambición una justicia climática para compensar a los países en desarrollo, y un programa de limitación de los gases de efecto invernadero. Pero los resultados han sido muy pobres. Frans Timmerman, vicepresidente de la Comisión Europea, dijo: "Estamos decepcionados por no haber podido conseguir más". Laurence Tubiana, que preside la Fundación Europea para el Clima, hablaba de “muchas y profundas frustraciones”, y Antonio Guterres, Secretario General de la ONU decía: “No parece que hayamos encontrado una salida correcta desde la “autopista del infierno” en la que estamos encarrilados”.
En realidad, las presiones de países como Arabia Saudí, Rusia y China, así como la influencia de los cabilderos de los combustibles fósiles, han impedido llegar a un acuerdo ambicioso, que pudiera evitar a medio plazo el colapso climático anunciado por científicos y expertos.
Los intereses de algunos grupos económicos, los beneficios cortoplacistas, la carencia absoluta de empatía y solidaridad con generaciones futuras y el egoísmo rampante de algunos dirigentes, me hacen recordar una anécdota del hundimiento del Titanic: los pasajeros de primera clase estaban en el salón preferente en un baile amenizado por una orquesta, cuando alguien llegó para advertir de que el barco había sufrido una colisión con un iceberg y corría peligro de hundirse.
-¡Esto es una falsa alarma! ¡Este barco no se hunde! ¡Que la orquesta siga tocando! - parece que dijeron algunos pasajeros.
Pero al final, el barco se hundió, y casi todos los pasajeros de primera clase se ahogaron en el naufragio. Pues esta situación del mundo actual es algo parecida: a pesar de las alarmas de la comunidad científica, de que si no corregimos el rumbo puede llegarnos una hecatombe climática que amenazará la vida en la Tierra de muchas especies y de la propia humanidad, algunos siguen diciendo que es una falsa alarma y que siga la fiesta de los combustibles fósiles porque ese es su negocio, o porque no quieren renuncia ni un ápice a su bienestar.
Lee H. Oswald
Por:Luciano Eutimio Armas Morales
-¿Tú crees que Lee H. Oswald le disparó al presidente Kennedy?
John B. Connally al escuchar la pregunta, bajó la mirada y agitó el Bourbon con las piedras de hielo que flotaban en su vaso. Estaba en la sobremesa de una cena con su amigo y periodista Doug Thompson en el restaurante The Monocle de Washington, y habían transcurrido casi treinta años desde aquella fatídica mañana en la calle Elm de Dallas.
John B. Connally, después de unos instantes pensativo, levantó la vista del vaso y se dirigió a Doug Thompson con una mirada que parecía impregnada de tristeza y resignación. La sorpresa, el shock emocional y el dolor físico de aquellos instantes, permanecían nítidos e imborrables en su mente y se le reproducían en sueños, como si hubiesen sucedido ese mismo día.
-Rotundamente, no. No creo ni por un segundo las conclusiones de la Comisión Warren.
John B. Connally, iba en la limusina con el presidente John F. Kennedy aquella soleada mañana del 22 de noviembre en Dallas, cuando un proyectil le atravesó el tórax desde la espalda saliendo por el pecho, su muñeca derecha fue atravesada rompiendo huesos carpianos, y la misma bala u otra, perforó así mismo su muslo izquierdo.
El informe de la Comisión Warren dice que una misma bala, disparada desde un sexto piso, le entró al presidente por la espalda y le salió por la garganta, para posteriormente hacer un recorrido en ziz-zag por el cuerpo de John B. Connally. Comprobaciones posteriores, establecieron que el agujero de bala por la espalda en la camisa del presidente estaba a seis pulgadas por debajo del borde del cuello.
John B. Connally miraba las piedras de hielo, mientras tomaba otro sorbo de whisky. No estaba en un buen momento. Hacía dos años que había perdido la nominación como candidato a presidente con Ronald Reagan. Su empresa inmobiliaria había sido declarada en bancarrota. Su esposa Nellie estaba delicada de salud. El suicidio de su hija Kathlen a los diecisiete años, le había dejado una profunda e irreparable herida en su alma. Con mirada triste se dirigió de nuevo a Doug.
-Cuando la bala me alcanzó, sentí como si me hubieran dado una patada en las costillas. No podía respirar.
Por su mente pasaban como en flash distintas etapas de su vida política: secretario de la marina con John F. Kennedy, secretario del Tesoro con Richard Nixon, Gobernador de Texas entre 1962 y 1969. Y precisamente siendo gobernador acompañaba al presidente aquel funesto día, y desde que sonó el primer disparo, que muchos confundieron con un petardo, su experiencia militar le alertó de que aquello era algo mucho más serio.
Y su mente volvió, claro está, a la pregunta de Doug Thomson. “¿Le disparó Oswald a Kennedy?”. Era un pobre muchacho de veinticuatro años, que fue asesinado por Jack Ruby en la comisaria de Dallas, dejando huérfanas una niña de año y medio y otra de un mes.
Tuvo una infancia difícil Lee H. Oswald. Inteligente e inadaptado, a los diecisiete años ingresó en la marina y luego fue captado por Inteligencia Naval para misiones secretas en el Pacífico en la época más candente de la guerra fría, cuando los aviones espía U-2 americanos sobrevolaban la URSS.
Mientras estaba en la marina y en contacto con la CIA, se le encomendó que aprendiese ruso para intentar infiltrarse en el régimen soviético. Viajó a Moscú renunciando a la ciudadanía americana y solicitando la ciudadanía de la URSS, a los que prometió facilitarles secretos militares de los americanos. Pero la contrainteligencia soviética lo sometió a vigilancia, le enviaron a Minsk, le presentaron a una sobrina de un coronel de la KGB con la que a los pocos meses se casó, y siendo consciente de que había sido neutralizado, solicitó el regreso a Estados Unidos.
El consulado americano le facilitó y costeó el regreso acompañado de su esposa Marina, y ni siquiera fue interrogado al llegar a Estados Unidos, a pesar de que incluso había sido noticia de prensa la deserción en la URSS de un exmarine. Seguía dependiendo de Inteligencia Naval, y se incorpora como colaborador del FBI con una paga de doscientos dólares mensuales.
Fue en 1963, cuando desde la CIA, le encargaron que se infiltrara en un grupo que estaba planificando el asesinato del presidente Kennedy, y que fuese informando de la trama y de los que intervenían, con el propósito de detenerlos a todos cuando ya tuviese información y pruebas para abortar el atentado en el último momento. Su trabajo sería recompensado quizá, con un nombramiento como agente.
Con ese objetivo, participó en varias reuniones en Nueva Orleans y en Dallas, en las que estaban el mafioso Jack Ruby, el agente de policía J.D.Tippit, los agente de la CIA Frank Sturgis y David Sánchez Morales, así como otros mafiosos enviados por Carlos Marcelo, Santo Trafficante o Sam Giancanna. En algún momento le surgieron dudas, y le remite una nota escrita al agente de la CIA Howard Hunt, uno de los coordinadores de la operación, en la que le solicitaba instrucciones más concretas.
El día del magnicidio, quizá acompañó a Mc. Wallace hasta la sexta planta del edificio del depósito de libros, y él bajó a la segunda planta y se puso junto a un teléfono por el que esperaba instrucciones, mientras tomaba una Coca-Cola. En ese instante, tras el atentado contra el presidente, entró la policía en el edificio y al llegar junto a Oswald, el encargado le dice que es un trabajador de la casa, y Oswald sale a la calle absolutamente desconcertado.
Comienza a desconfiar, toma un autobús, se baja, toma un taxi, va a la pensión en la que vivía, y coge una chaqueta y un revolver. Mientras, J.D.Tippit para el coche patrulla a la puerta de la pensión y toca el claxon, pero Oswald no sale, y Tippit se va.
Sale luego caminando Oswald, entra en una tienda, se dirige a un cine que quizá era un punto de encuentro, la taquillera llama a la policía porque alguien entró sin pagar, compra un cartucho de palomitas de maíz, y al poco tiempo el cine es rodeado por una docena de coches patrulla que llegaron para localizar y detener al espectador que no compró su entrada.
Mientras tanto, los comandos que participaron en el asesinato recogen y desmontan sus armas y desparecen de la escena, protegidos por algunos falsos o verdaderos agentes del servicio secreto, mientras otros se dedican a requisar cámaras o películas que pudieran recoger los momentos del atentado.
En comisaría, mientras trasladan a Oswald por un pasillo delante de los periodistas, el pobre muchacho tuvo tiempo de decir: “Yo no he matado a nadie. Soy un cabeza de turco”. Estaba claro que el plan había fallado en un punto fundamental: A Oswald había que liquidarlo antes de detenerlo alegando que llevaba un arma e intentó hacer uso de esta, pero ese plan falló.
Sería entonces cuando el todopoderoso jefe de la mafia Carlos Marcelo llamó a Jack Ruby, con el encargo de que debía liquidar a Oswald antes de que tuviese ocasión de declarar oficialmente. Y el pobre Oswald, abandonado y desconcertado, sin que le permitiesen disponer de un abogado, que es un derecho sagrado para cualquier detenido en Estados Unidos, intentó utilizar el último recurso: llamar a su tutor.
Milagrosamente escapó de la quema o desaparición de documentos comprometedores, una nota de la telefonista de la comisaría de Dallas, en la que Oswald solicitaba le permitiesen una llamada telefónica a John Hurt, oficial de contrainteligencia militar, para lo que le facilitó su número de teléfono. Pero a Oswald nunca le permitieron que realizara la llamada.
Al siguiente día, ante la mirada atónica de periodistas presentes y telespectadores, Jack Rubi asesinó a Lee H. Oswald, en un pasillo de la comisaria de Dallas en presencia del capitán Will Fritz, que miraba para otro lado, según consta en una foto que Robert H. Jackson inmortalizó y fue premio Pulitzer de ese año.
Al pobre muchacho le acusaron de matar al presidente y de matar a J.D. Tippit, pero está claro que él, tal como dijo, no mató a nadie. Al presidente lo asesinaron con fuego cruzado desde al menos tres puntos diferentes, y el disparo mortal que le voló literalmente el cráneo fue realizado desde una distancia de unos veinte metros, tras una valla de madera en un montículo de hierba y utilizando una bala expansiva, en las que era experto el francotirador de la mafia de Marsella, Lucien Sartí.
Al policía Tippit le asesinaron con cuatro disparos, tres con un arma y uno con otra. Pero utilizaron pistolas, y no un revolver como el que llevaba Oswald. Y a este pobre infeliz trataron de endosarle los dos asesinatos, y ni siquiera fueron capaces de justificarlo con alguna prueba de parafina, porque efectivamente, no había disparado arma alguna.
Tras unos momentos en que Connally se quedó ensimismado en sus pensamientos, Doug Thompson volvió a las preguntas:
-Y por qué no hablas y dices lo que sabes.
-Porque yo amo mucho a mi país.
Seguramente, los que han llegado a presidente de Estados Unidos, y que en campaña electoral decían que desclasificarían los documentos del asesinato de Kennedy para que el pueblo americano supiese la verdad, como ha sido el caso de Bill Clinton, Barak Obama, Donald Trump o Joe Biden, también aman mucho a su país, pero llegada la hora de la verdad, ninguno lo ha hecho.
Posiblemente habrán pensado que conocer la verdad provocaría una gran convulsión en Estados Unidos que pondría en peligro su propio sistema democrático, además del desprestigio que supondría a nivel internacional. No podrían asumir, por ejemplo, que el asesinato de su presidente Kennedy fue instigado por Lyndon B. Johnson, planificado por agentes de la CIA, financiado por la mafia y por el clan del complejo militar-industrial, ejecutado con colaboración de mafiosos y cubanos anticastristas, y encubierto activamente por miembros del FBI, además de por los presidentes Richard Nixon, Gerald Ford y George H. W. Bush.